La dimensión estética de la vida nos acompaña y forma parte de la cotidianidad del ser humano. No trata la obra de ofrecer unos parámetros estéticos, sino que cada uno de los autores quiere mostrar un camino, un modo de ver que, a través de las diversas expresiones artísticas, nos ayude a percibir ese algo que nos transmite el valor de la belleza. La expresión artística manifiesta en sí misma la profun-da dimensión espiritual del ser humano pues participa del mismo ser creativo de Dios. El artista y el místico son personas de experiencia del Misterio escondido, perciben la realidad con ojos diferentes a como estamos acostumbrados a percibirla y sienten la necesidad de transmitir, contagiar aquello que ellos perciben y viven
El libro parte de distintas perspectivas, pero complementarias en su conjunto, buscándose con ello que cada una de ellas enriquezca el panorama de acercamiento a la estética y a la espiritualidad, con el objetivo de revitalizar ambas percepciones y de potenciar la belleza como vía evangelizadora, de diálogo y de encuentro entre los hombres.