Hoy Estados Unidos es una poderosa nación, tal vez la más poderosa en la historia humana. ¿Cómo ha llegado ahí?, es más, ¿qué métodos y medios ha empleado para conseguirlo?, ¿o no importan estos si se consiguen los objetivos? Las cuestiones son inquietantes y nos conducen a pensar qué modelo de vida y de mundo queremos. ¿Queremos un mundo en guerra continua o por el contrario un mundo donde el entendimiento y la concordia prevalezcan? Desde luego la guerra, la historia de las guerras, nos ha mostrado muchas lecciones a aprender. Benjamín Franklin, uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos, dijo unas sabias palabras: «Nunca hubo una guerra buena o una paz mala». Las guerras no son limpias, no son honestas, no son grandiosas, «las guerras mienten, ninguna guerra tiene la honestidad de confesar, yo mato para robar», nos revela el talento incansable de Eduardo Galeano. El autor, también un incasable trabajador por entender y mejorar en lo posible este mundo en el que vivimos, se ha embarcado en esta obra tras muchos años de estudio, intercambio de ideas y lectura sobre esta realidad internacional que nos afecta a todos.