En la esquizofrenia hay neutralización, del sujeto y muerte del sujeto. El sujeto ha perdido su nombre, sus antecedentes, su futuro, no existe. Esta pérdida del nombre se acompaña de una petrificación temporal que lo eyecta fuera del tiempo, rostro sin ojos, sólo convertido en el Gran Uno. Cuando pierde su nombre que es lo que lo fija en el lugar del tiempo y en la cadena de las generaciones, pierde aquello que lo identifica y se convierte en inmortal...