En el invierno de 1807 las tropas imperiales de Napoleón cruzaban la frontera de los Pirineos. Se trataba, en teoría, de la expedición de un aliado para conquistar Portugal, pero en realidad se trató de una ocupación militar en toda regla, que quedó plasmada de forma definitiva en 1808, con las abdicaciones de Bayona. Napoleón cedería la corona a su hermano José, quien, por la voluntad del «dueño de Europa», se convertiría en Rey de España. Sin embargo, los planes del emperador se truncaron el 2 de mayo de 1808, cuando el pueblo de Madrid se sublevó contra el invasor. La revuelta de la capital se extendió por todo el reino como un reguero de pólvora y la Península se volvió un infierno para los franceses, que tuvieron que hacer frente a una auténtica Guerra de la Independencia. Entre 1808 y 1814 se libraron grandes batallas, como Bailén —la primera gran derrota del ejército imperial—, Somosierra, Uclés, los Arapiles o Vitoria; se produjeron asedios épicos como el de Zaragoza o Gerona; y, sobre todo, se creó una nueva forma de combatir: la guerrilla, en la que destacaron personajes de leyenda como el Empecinado o el cura Merino. Emilio de Diego nos acerca los hechos de este sangriento periodo de la historia española gracias a una crónica amena y rigurosa, y nos ofrece las claves fundamentales para comprenderlo: los hombres y los medios, el bandolerismo, el dominio del mar, la logística o los errores de Napoleón. España, el infierno de Napoleón es la primera gran historia militar de la Guerra de la Independencia.