Ese sol del mundo moral busca la captación de un proceso espiritual concreto: el de la progresiva concepción de la justicia –y las batallas por su realización- en la historia cubana. Se trata, pues de señalar los momentos claves en los que se forja la nacionalidad de Cuba que denoten un fundamento ético, es decir, una dramática –y dialéctica- toma de conciencia. En el punto central se encuentra la figura de José Martí, hombre “acumulado y sumo”; en el punto culminante, el examen de la experiencia revolucionaria. Se trata, como el autor apunta, de una historia moral de Cuba.