El teatro de Alfonso Sastre es un teatro de investigación y revelación y nunca de propaganda; un teatro rico en experiencias humanas y en sutileza poética
porque Sastre comprendió desde un principio que la fuerza dramática se consigue no por el dogma, sino por la revelación social y existencial, no dando soluciones panfletarias a problemas complejos, sino preguntándose acerca de dichos problemas. Escuadra hacia la muerte es, probablemente, su obra más emblemática. En una hipotética tercera guerra mundial, un escuadrón de cinco hombres son enviados de avanzadilla para informar de los ataques enemigos
. Es la historia de un grupo de hombres enfrentados con el poder que Sastre convierte en una elocuente denuncia antimilitarista y donde los más esenciales conceptos humanos, como el miedo, la lealtad, la vida o la muerte, se unen para formar un mosaico de trágicas consecuencias. Por su parte, La mordaza, obra estrenada un año después, en 1954, trata encubiertamente el tema de la dictadura, la represión y la censura. El déspota Isaías Krappo asesina a quien fue víctima suya durante una guerra civil y, aunque su familia lo sabe, sólo su nuera rompe la mordaza del silencio, compuesta de miedo, respeto y fidelidad familiar. Isaías muere en prisión y eso alivia a sus hijos.