Esta selección de 101 poemas portugueses ha representado un paciente trabajo de traducción guiado por la música, pues la traducción de poesía de una lengua romance a otra permite «cantar» los poemas bajo un marco común. Fue este marco el que hizo posible resolver cuestiones de ritmo, tras las cuales la traducción pudo encauzarse en los demás aspectos de tipo sintáctico, léxico y estético. Bien se sabe que, al ser una de las formas de expresión más elaboradas y rigurosas, la poesía responde a fundamentos de tipo musical sobre los cuales discurren las palabras. No en vano el verso que titula esta antología apareja la escritura y la música: arroja luces sobre lo esencial tanto en la poesía como en la labor de traducción y destaca la importancia de llevar a cabo el ejercicio de la escritura en o sobre una base musical (ya sea un piano o un ritmo silábico). Busca la rosa. Donde ella esté estarás fuera de ti. Búscala en prosa, puede ser que en prosa ella florezca aún, bajo tanta metáfora; puede ser, y que cuando en ella te veas, te reconozcas como ante una infancia inicial no empañada por ninguna palabra y ningún recuerdo. Quizá entonces puedas escribir sin porqué, evidencia de nuevo de la Razón y pasaje para lo que no se ve. «A un joven poeta», de Manuel António Pina.