El presente libro nace con el objetivo de mostrar lo importante que puede llegar a ser, en sociedades pluralistas y secularizadas como las nuestras, establecer un diálogo sobre las razones que cristianos, ateos y agnósticos de diversa índole sostienen para mantenerse en sus posiciones. La realidad del debate entre creyentes, ateos y agnósticos tiene una historia ya secular, y, aunque su carácter excesivamente polémico no nos permita calificarlo globalmente de verdadero diálogo, no han faltado experiencias relevantes y fecundas del mismo, especialmente desde el Concilio Vaticano II. Una propuesta que participa del espíritu del vigente «Atrio de los Gentiles».