Obrero, ácrata impenitente, periodista ocasional, orador incen-diario, agitador de conciencias, en definitiva: un revolucionario que se mantuvo fiel a sus ideas de transformación social a lo largo de toda su vida. Nos hallamos ante un relato de emigración, de fatigas, de represiones y de luchas; de aquellos incansables libertarios que ante las derrotas afirmaban, como nuestro personaje, que: «No importa, la nata ácrata continuará componiendo nuevas alboradas y la anarquía surgirá, entre el rubor de las auroras».