El purgatorio es un lugar infinitamente desconocido; es prácticamente imposible encontrarse por la vida un santo como los muchos que presenta la autora en esta obra. El objetivo que se marca María Vallejo-Nágera con este libro no es despertar curiosidades insanas y mucho menos convencer al lector escéptico o de diferente religión a la católica de la existencia del mismo. Lo único que pretende es ayudar a comprender mejor lo que se sabe o se afirma sobre este tema desde el punto de vista católico, que es profundo y está muy trillado por la Iglesia desde sus comienzos allá por el siglo I. Hay muchas personas que aun siendo o considerándose católicas viven muy alejadas de practicar la fe. Quizá la razón haya que buscarla en la dificultad que pueden encontrar a la hora de intentar entender los misterios de Dios. Se trata de una ardua tarea que puede desesperar al investigador por no existir pruebas contundentes sobre la existencia del purgatorio, y al que con este libro se intenta dar respuesta.