Griffin McAlister lo tenía todo pensado: participaría en un reality show en busca de esposa para conseguir el dinero que su familia necesitaba desesperadamente y seguiría adelante con su vida. Enamorarse no formaba parte del plan... y mucho menos enamorarse de la directora del programa. Maggie Sullivan supo que había encontrado a una estrella en cuanto conoció a Griffin. Pero a medida que lo iba conociendo empezaba a darse cuenta de que quizá hubiera encontrado algo más. Por desgracia, ella se debía a su trabajo y él estaba rodeado de mujeres hermosas. Griffin se enfrentaba a una decisión crucial: o seguía con el plan y perdía a Maggie para siempre, o se arriesgaba a perderlo todo para intentar ganar su corazón.