En este libro se estudian los dos niveles de enseñanza que podían cursarse en la Cantabria del período 1700-1860: el elemental y el secundario. Por estas páginas desfilan las escuelas de primeras letras y los centros de segunda enseñanza, tanto los históricos –escuelas de latinidad– como los nuevos surgidos de los idearios escolapio, ilustrado y liberal.