El Tratado de Educación Personalizada, del que este volumen es el número 12, intenta poner en mano de los estudiosos de Pedagogía y de los dedicados a la práctica de la educación en los distintos ámbitos y situaciones - familiar, institucional, social - un instrumento de reflexión y trabajo, fruto de las investigaciones y estudios que de veinte años a esta parte se vienen realizando con la finalidad de fijar al sentido, alcance y orientaciones prácticas de una Pedagogía de la persona. En este Tratado, la educación se entiende como un proceso del desarrollo y perfección, no sólo de conocimientos y aptitudes, sino de fortalecimiento y despliegue total de la persona en su íntima y peculiar unidad y en sus múltiples manifestaciones exteriores en las que se hace real la comunicación exterior, social o trascendental. En otras palabras, se aspira a que cualquier acción educativa contribuya a que el sujeto que se educa sea consciente de todos sus actos y en ellos afirme su libertad personal y acepte la responsabilidad de sus acciones.