En su delicioso En la tierra de los santos y los poetas (1901), como un moderno fl âneur, Alfredo Panzini recorre en bicicleta las míticas regiones italianas en las que dejaron su impronta Giacomo Leopardi, Dante Alighieri o Francisco de Asís, reuniendo de este modo arte y espíritu en un lúdico itinerario cuya fi nalidad no es otra que la de aunar, en su forma esencial, la vida y la literatura. O, como bien escribe Antonio Colinas en su hermoso prólogo a esta edición: «A veces, los seres humanos no solo siguen un viaje físico -el que aprecian los ojos que contemplan y sienten los pies que caminan o, en este caso, pedalean- sino también un viaje interior, que es el que coopera al propio conocimiento, a un ahondamiento en un vivir sabiamente la realidad, a metamorfosearla a través de la creatividad, pero sobre todo de un mundo interior. Cumple así este libro una doble función: ser delicada guía para quien no conoce temas, lugares y personajes y, a la vez, conducir a autor, viajero y lector a una iniciación en un conocimiento más hondo: el que proporcionan las huellas que han dejado determinados poetas y santos de una Italia siempre paradigmática.