«Este no es un libro de viajes escrito por un novelista, pero es un libro de viajes escrito por un novelista. Y aunque parezca un acertijo lógico, comprender en qué sentido lo es y no lo es nos dará la clave del texto. No nos encontramos ante el ocio de un literato que se dispone a hacer una peregrinación estetizante al estilo de Goethe o Stendhal; no obstante, es un recorrido de ciudades emblemáticas, y su autor impregna las páginas de reconstrucciones narrativas y descripciones brillantes, como solo puede hacerlo quien ejerce su oficio con soltura. Blasco, además, se enfrenta a este deambular inesperado desde la tensión vivencial y política que envuelve sus afanes en esos momentos, por lo que mira, observa y relata a partir de sus inquietudes sociales. (
) »Génova, Milán, Turín, Pisa, Roma, el Vaticano, Nápoles, Pompeya, Asís, Florencia, Venecia. El recorrido no se aleja del de un turista convencional, pero la mirada propia, no ahogada por el talante divulgativo de la obra, le lleva de las descripciones certeras, a la recreación histórica, del análisis de las gentes a la soflama republicana, todo ello en una fluida prosa literaria que únicamente en cierta grandilocuencia acusa el paso de los años». ROSA MARÍA RODRÍGUEZ MAGDA