El argumento gira en torno a Marco, un psicólogo de provincias cuya vida tranquila y rutinaria empieza a desmoronarse cuando conoce a Kumiko, la enigmática mujer japonesa que padece una enfermedad extraña y que mantiene un misterioso vínculo con el universo de los jardines japoneses. Sus destinos se unirán para siempre cuando una noche de verano Kumiko le dice a Marco: «“–Construye para mí un jardín japonés.–”». Kumiko transmite a Marco la obsesión de que su felicidad y su supervivencia depende de ese jardín, y muestra a Marco la verdadera esencia del jardín Zen japonés a través de enseñanzas, “a veces sutiles, como un soplo”. Hacer realidad ese deseo será el eje central de la relación amorosa. En el jardín japonés además, nos inicia en el fabuloso microcosmos de los jardines japoneses: un mundo mágico, pero también desconcertante a ojos occidentales: jardines que a veces carecen de plantas o de árboles, espacios solamente compuestos de rocas y gravilla, piedras que simbolizan divinidades….