En California existe un lugar donde el robo, la violencia, el contrabando y la ambición solo pueden conducir a dos finales posibles: la riqueza o la muerte. Cuando el detective Lew Archer recoge a un autoestopista herido, no sabe que deberá llevarle precisamente a esa ciudad maldita, llamada Las Cruces. Pero Archer no lamentará tanto el haber ido como la decisión de quedarse allí hasta que se resuelva un caso de asesinato. Y lo lamentará largamente, porque se desencadenarán una serie de muertes en las que, asombrosamente, todos los que le rodean parecen estar implicados. El propio Archer puede ser la siguiente víctima, a menos que atrape al escurridizo criminal antes de que ponga precio a su alma.