Muchas empresas europeas, hoy día, sufren la presión de tener que aceptar condiciones de pago con plazos mayores de lo que les gustaría. Las consecuencias de no recibir los pagos a tiempo pueden ser graves para las empresas, pueden verse abocados a soportar problemas de liquidez, pérdida de ingresos, impedir su crecimiento e incluso ver amenazada su supervivencia. Bajo este panorama de incertidumbre a la que se enfrentan las empresas dentro y fuera de la Unión Europea, es necesario, para ellas, contar con instrumentos efectivos que faciliten el cobro de los créditos impagados para que no les afecte en el buen funcionamiento de su actividad. Existen dos mecanismos para reclamar los impagados: la vía extrajudicial y la vía judicial. En el presente trabajo vamos a analizar ambos mecanismos de reclamación,explicaremos las características de cada uno de ellos y los procedimientos a seguir para su aplicación. En primer lugar, analizaremos las reclamaciones extrajudiciales, tomando en cuenta la formalidad que requiere dicho procedimiento para que sea efectivo si posteriormente queremos reclamar el impago por vía judicial. En segundo lugar, analizaremos las reclamaciones judiciales dentro de la unión europea. Con el fin de satisfacer estas necesidades la Unión Europea ha desarrollado dos instrumentos en la vía judicial que facilitan el cobro de los créditos impagados dentro de la Unión Europea que son los siguientes: el procedimiento europeo de escasa cuantía y el procedimiento monitorio europeo. A lo largo del trabajo analizaremos, desde un punto de vista eminentemente práctico, las características, el objeto y el fin de ambos procedimientos, tomando en consideración los formularios que se requieren para poder iniciar en la práctica, de una forma sencilla y ágil, cualquiera de ambos procedimientos.