Durante los meses de julio y agosto de 1936, por encargo de la revista Fortune, James Agee y Walker Evans convivieron con tres familias de campesinos algodoneros del condado de Hale en Alabama. El resultado de esa perturbadora experiencia es Elogiemos ahora a hombres famosos, uno de los libros más originales e influyentes del siglo XX, un canto a la dignidad humana. El tono descarnado que desprendían las fotos de Evans y la prosa directa, sin concesiones, de Agee, sentaron las bases del periodismo que caracterizó los años sesenta del siglo pasado, una combinación perfecta de investigación, experiencia, filosofía e incluso poesía.