Eliza a los once años está basada en una historia real, y cuenta el caso de una niña de once años acusada de ser una prostituta que ha contagiado la sífilis a todo un pueblo. El suceso tiene lugar en una pequeña localidad de la que se apodera la histeria cuando sus habitantes descubren que Eliza, a la que apodan Lizoanca, tiene la sífilis, y no solo eso, sino que se la ha contagiado a bastante gente. Al principio, las autoridades, sus padres y todo su entorno consideran a la niña culpable y exigen que sea castigada. Los padres de Eliza son trabajadores que creen en el poder educativo de la paliza. Pero en realidad la niña es la auténtica víctima de la situación. Desde los 9 años y para escapar de las palizas del padre, buscaba refugio en la orilla del río, junto a un grupo de pequeños vagabundos, con los que aprendió rápidamente que, a cambio de sexo, podía obtener dulces, tabaco y alcohol. Eliza, o Lizoanca, mantenía encuentros secretos con un pensionista (Petrache), que la deja ver la televisión; con Grebla, propietario de la tienda del pueblo, con el policía, etc.