Durante los días 29, 30 de abril, 1 y 2 de mayo se celebraron en Ciudad Real las XII Jornadas de Campo de Geografía Física con una participación de medio centenar de personas de distintas universidades españolas. Los espacios que se seleccionaron para ser visitados y analizados se inscriben mayoritariamente en la provincia de Ciudad Real que, gracias a su dilatada superficie y a que posee dominios naturales de gran personalidad y variedad, constituye un magnifico muestrario de procesos y hechos físicos, bióticos y antrópicos. Así, en Los Montes y Cabañeros se han desarrollado y, en muchos casos, conservado de forma espléndida hasta la actualidad, los característicos ecosistemas del bosque o monte mediterráneo silicio sobre un entramado de media montaña, una buena parte de cuyo territorio puede integrarse dentro de las áreas subhumedas de la Meseta Sur. Las Lagunas de Ruidera, además de ser lo que aparentan para la habitual percepción de casi todos los ciudadanos, un paraíso natural, constituyen prácticamente el mejor ejemplo de España y de los más importantes en Europa de un conjunto fluviolacustre represado por barreras de naturaleza tobácea, es decir, de forma natural y por su propio y delicado funcionamiento. En mitad de la provincia por la combinación de los elementos de los Montes y los de la Mancha y por la aparición de un original campo volcánico, surge un territorio diferente, de gran personalidad geológica y geomorfológica: el Campo de Calatrava. La inmensa llanura manchega, a pesar de su escasa pluviometría, se encuentra salpicada de multitud de lagunas, navas, charcos, de humedales como se vienen redescubriendo y explicando científicamente en los últimos años. No sólo se trata, ni mucho menos, de Las Tablas de Daimiel sino de un conjunto de variada tipología genética y funcional cuya importancia no sólo radica en constituirse en refugio de la avifauna, sino en erigirse en geosistemas con particulares méritos geomorfológicos, hidrológicos y vegetales