La tragedia de Agamenón conforma uno de los más importantes mitos en los que varios autores centraron sus tesis literarias, desde Sófocles a Esquilo. El rey Agamenón es el centro de un mito universal. El narrador comenta que veinticinco siglos no han podido cambiar las pasiones humanas. La tragedia se desarrolla en este caso en Nueva York, que es el escenario principal, Manhattan la nueva Troya, Jersey City, Argos, y las modernas Cícladas son Bronx, Brooklyn y Queens. Al igual que Agamenón, rey de Argos, es asesinado cuando regresa de la Guerra de Troya por su esposa Clitemnestra, el viejo Agamenón del relato en Manhattan es también asesinado cuando regresa del Vietnam. No es un sólo personaje el que lo cuenta, sino tres personajes producto de una esquizofrenia que representan las tres caras de la misma moneda: Ambrosius Smith, Sebastian Hawthorne y Cornelius Lewis. A lo largo del relato el círculo se va cerrando hasta que finalmente el protagonista comprende la verdad y actúa en consecuencia. El viejo Agamenón es una historia contemporánea en el teatro perfecto, y al propio tiempo, es una obra que quiere rendir homenaje a la Escuela de Boston de la literatura americana, a Yeats, a Walt Whitman y a todos ellos. El autor reconoce que ellos han hecho nuestra vida más interesante y más bella. Se hace el silencio. Y en el centro del escenario la penumbra va dejando paso a la luz, y poco a poco aparece un aparcamiento al aire libre en un lugar de Jersey City. Al fondo se perfilan los rascacielos de Nueva York. Comienza la tragedia.