El retrato apasionado e irónico de una familia actual, entre clan mediterráneo e individualismo posmoderno. Un padre traductor que no sabe interpretar los hechos. Una madre que ha reconstruido su vida con otra mujer. Un hijo obediente que se ha vuelto adicto a la heroína. Éste es el triángulo de una novela que tiene a la família como protagonista. Por el autor de El mal francés, Placeres ficticios y El juego del mentiroso.