El desarrollo del transporte terrestre por carretera, ha jugado un papel crucial en el progreso de España. Consecuencia del desarrollo del ordenamiento sobre el transporte como de su incidencia económica y socio-laboral, se ha configurado todo un marco regulador con incidencia en distintas ramas de nuestro ordenamiento jurídico. La convergencia de distintos modos de transporte (pasajeros, mercancías y mixto) como la incidencia de distintas áreas jurídicas, en especial la civil, la mercantil y la laboral, si hablamos de relaciones contractuales, por otro lado interrelacionadas entre sí, hace necesario atacar un proyecto de sistematización sobre esta materia, que dé respuesta a distintos interrogantes que se abren, tales como por qué existen diversos vínculos jurídicos, qué factores determinan la identificación del marco jurídico ordenador de la prestación, quién lleva a cabo la prestación de servicios o en qué consiste la mentada prestación. Todos y cada uno de estos interrogantes son reconducidos al prestador del servicio de transporte, sea transportista profesional, en su condición de autónomo o TRADE, o transportista asalariado. De igual forma, el estudio de la figura del transportista quedaría incompleto, si no contemplamos uno de los factores que particularizan la prestación de servicios en el transporte: el tiempo de trabajo. Los constantes cambios que vinculados a factores de productividad y seguridad se han venido manifestando sobre esta concreta materia, vienen a justificar su análisis.