«Fue, entonces, cuando, en apariencia exhaustas las fuerzas, cansados los ciudadanos de tanto abandono revestido de prudencia, de tanto adormecimiento suministrado por sus falsos líderes morales, asumieron la tremenda responsabilidad de aquella hora y protagonizaron —contra viento y marea de coacciones y trampas electorales— la rebelión cívica, a la que aspiraba el mártir Fernando Buesa, y mil mártires más. Así me gustaría que terminara esta historia, que está por escribirse, porque la libertad es, siempre, mejor que la servidumbre». Frente a la exaltación interesada y beata de la transición, el autor señala y desmenuza el error del proceso: el sistema electoral. Frente al chantaje y los complejos de culpa, reivindica España como sociedad abierta. Frente al constante intento del nacionalismo de pervertir los mecanismos democráticos, desentraña su trasfondo totalitario y las amenazas que representa para la libertad personal. El suicidio de España es el libro imprescindible para, en la actual hora de emergencia nacional, comprender y superar el nacionalismo.