Un libro para comprender cómo el cristianismo revolucionó nuestro mundo entre los años 300 y 400 de nuestra era y se impuso como religión en todo Occidente. Con su estilo accesible y erudito, Paul Veyne nos acerca a la figura del emperador romano Constantino quién, tras su conversión, quiso cristianizar el mundo para salvarlo. Frente a los dioses paganos, el cristianismo, que seguía siendo una secta muy minoritaria, era una religión de vanguardia, distinta a todo lo conocido hasta entonces. Al hilo del texto, Paul Veyne plantea una serie de atractivos interrogantes que harán reflexionar al lector sobre su propia opción religiosa: desde el origen del monoteísmo, hasta la psicología de la religión, pasando por los orígenes de Europa y la existencia, o no, de raíces cristianas comunes.