El paisaje cultural se forma a partir de un paisaje natural por la acción de un grupo cultural. La cultura es el agente, el área natural es el medio, el paisaje cultural es el resultado. El Valle Salado atiende a estas características, alcanzando una perfecta combinación entre el criptosistema (un diapiro, causante originario de cuanto sucede en el Valle Salado), y el fenosistema. El paisaje resultante es de enorme riqueza ecocultural. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha reconocido en 2018 al Valle Salado de Añana como uno de los dos primeros Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) en Europa.