¿Eres de los que saben que la clase política, empresarial y económica no representa ni beneficia al resto de los ciudadanos? ¿De los que piensan que la crisis económica es en realidad una crisis de consciencia y de valores? Y en definitiva, ¿de los que sienten una necesidad de cambio personal? Si es así, enhorabuena. Todavía conservas la capacidad para pensar por ti mismo, todo un logro contemporáneo. Y no es para menos. Nuestra existencia se edifica sobre una sociedad que nos condiciona para pensar y comportarnos de una determinada manera. Esta es la razón por la que la mayoría de nosotros lleva un estilo de vida individualista y materialista, orientado a saciar nuestro propio interés. Sin embargo, el trabajo, el consumo, la imagen y el entretenimiento no consiguen llenar nuestro vacío interior. De ahí que tarde o temprano padezcamos una crisis existencial, a partir de la cual muchos dejamos de engañarnos a nosotros mismos, reconociendo que nuestra vida carece de propósito y sentido. Es entonces cuando sentimos la necesidad de cambio y la motivación de conocernos mejor. Lo que está en juego es nuestra libertad para descubrir quiénes somos verdaderamente, dirigiendo nuestra vida hacia el bien común. Esta es la esencia de la responsabilidad personal. De una forma amena y sencilla, Borja Vilaseca, periodista de El País y director del Máster en Desarrollo Personal y Liderazgo de la Universidad de Barcelona, nos da las pautas de este proceso de cambio orientado a vencer los miedos que nos impiden construir una existencia más plena y con sentido.