La experiencia de lo sagrado fue siempre el objeto esencial del interés del gran historiador de las religiones Julien Ries. Dicha experiencia se caracteriza por una serie de elementos constantes en todas las épocas y latitudes. El primero es el símbolo. Heredero de las concepciones de Carl Gustav Jung, Gaston Bachelard, Mircea Eliade, Paul Ricoeur o la actual antropología de lo imaginario, Julien Ries reconstruye en esta obra la emergencia del pensamiento simbólico en la prehistoria y nos muestra las distintas formas que el símbolo ha ido asumiendo en las religiones antiguas, en las asiáticas, en el judaísmo, en el cristianismo y en el islam, subrayando el papel determinante que ha desempeñado en las diferentes esferas de la cultura humana. Ese panorama histórico se complementa con una exposición temática y el análisis de algunos motivos simbólicos que son descritos e interpretados en toda su riqueza: el cielo, la figura humana, la montaña sagrada, la cruz, la luz o la peregrinación. De este modo, la pluma de Ries va precisando, de un modo cada vez más claro, la fisionomía del homo religiosus que, aspirando a conectar con la alteridad total de lo sagrado, se configura, en primera instancia, como un homo symbolicus.