Jorge nos dejó de una forma brutal y desgarrada. Con su muerte escribió la última página de su dolorosa historia. Un adiós en soledad, en el denso silencio que envolvió toda su vida. En los últimos meses, se le veía sin fuerzas, con un océano de lágrimas tras su mirada azul, ya lejana, como retirándose en silencio para avanzar hacia nuevos horizontes. Jorge Brown, viajero incansable, soñador, poeta, pintor del dolor y la belleza. Un ser de luz dotado de mil talentos, oscurecido por las drogas, con las alas rotas, cubierto con el polvo de una tierra que no pudo entender, y que quizás no lo supo acoger. Se fue libre de equipaje, como dijo el poeta, pero aquí quedaron sus obras. Yo tuve el gran privilegio de ser elegida por él para acabar con su silencio, para desvelar sus secretos, sus luchas, su tremendo sufrimiento. Como él mismo dice en sus escritos. El libro que os ofrezco, en el que he recogido gran parte de sus diarios, no os dejará indiferentes. Os permitirá conocer también el lado hermoso de un joven que bajó al más brutal de los infiernos, y que ahora sonríe desde un lugar lejano desde el que acoge con avidez toda la cantidad de amor que va a ser capaz de despertar en miles de corazones Palabras de Sofía Pereira, tía de Jorge Brown Gonzalez, encargada de la adaptación de esta obra. Esta será mi historia. Una historia escrita con las entrañas, desde la duda más inexorable, desde mi profundo deseo por vivir y amar. Los relatos, poemas y pensamientos que aquí expongo, son el fruto de estos años de luchas, de victorias, y de múltiples fracasos; de dolor intenso y de vacío inmenso. Años de esperanzas e ilusiones lentamente recuperadas, y de nuevo perdidas. Años interminables, luchando solamente con un montón de lágrimas contra un fuego que parece arrasarlo todo. Palabras de Jorge Brown González El silencio hecho palabra es un libro terrible, un largo llanto sin héroes, tras el que la muerte acaba venciendo a la vida. Terrible, sí. Pero lo que lo hace maravilloso es que dentro del dolor desesperanzado palpita un ansia furiosa de vivir, incluso en la derrota. Jorge Brown, un poeta joven que versificaba sin artificio, simplemente por angustia, que se despreciaba por ser incapaz de hacer frente a la droga que terminó matándolo, brilla en este su único libro, tan prematuro y tan inacabado. Un poema doliente, a medio camino entre la impotencia y la esperanza. Una voz desperdiciada cuando apenas había empezado a hablar. Palabras de Fernando Schwartz. Entrevista a Sofía Pereira, tía carnal de Jorge Brown y artífice final de su obra