Italia, 1502. Todo está dominado por las luchas intestinas entre las grandes dinastías y ciudades-estado, el papado de los Borgia y la incesante e impulsiva política de Cesare, Il Valentino. En este ambiente, un joven gitano llamado Matteo es golpeado una y otra vez tras ser testigo de un crimen del bandido al que acompaña, el temible Sandino, y se arroja a un río cercano como única escapatoria. Llevado por las aguas a una muerte segura, el chico es rescatado por varios individuos a los que capitanea un hombre mayor, tan afable como extraño a ojos de Matteo, y que se identifica como Leonardo Da Vinci, un ingeniero que trabaja a las órdenes de Cesare Borgia en la revisión de las fortalezas que están bajo su poder militar. Da Vinci porta un salvoconducto que le brinda total movilidad y protección allá dónde va y pronto Matteo se da cuenta de que con estos hombres puede sentirse a salvo de la implacable persecución de Sandino y sus secuaces. Nadie sabe que el chico porta un secreto por el que las familias Borgia y Medici están dispuestas a matar y que hará que el grupo se vea envuelto en una intriga donde el asesinato, la venganza y la traición lo contaminan todo; una intriga durante la que el joven Matteo se irá convirtiendo en un hombre que sucumbe a la fascinante mirada del mundo que le ofrece el genio de Leonardo.