¿Qué es la confesión? Esta pregunta, en apariencia sencilla, sólo puede responderse correctamente de manera interdisciplinar, teniendo en cuenta a la vez las perspectivas teológica, litúrgica y pastoral. El lector está invitado a redescubrir la riqueza de sentidos que atesora el término «confesión», que no puede reducirse a la confesión de los pecados, sino que debe remitirse en primer lugar a Dios, pues al confesar sus infidelidades, el hombre confiesa ante todo al Señor siempre fiel. En su exposición, el autor concede un lugar fundamental a las plegarias que a lo largo del tiempo se han empleado en Oriente y Occidente para celebrar el sacramento del perdón. De este modo, la lex orandi se convierte en guía y camino de la lex credendi en la Iglesia.