Este volumen examina el rol central que desempeñan los artefactos y prácticas culturales de comienzos de siglo XXI en Colombia en el contexto de los debates públicos sobre los legados de las violencias y en las prácticas de construcción de la memoria. Investiga la relación entre violencia y lenguaje, las dimensiones genérico-sexuales de las dinámicas violentas, y propone reflexiones críticas sobre la ética del testimonio, cuestionando y complicando los discursos oficiales de postconflicto que circulan con gran fuerza hoy en Colombia.