La Vía Verde del Tajuña es el eje ciclista que vertebra la vega del mismo nombre. Muy conocida por los ciclistas madrileños por su proximidad y accesibilidad de la capital, no es el único atractivo de la esquina sureste de la Comunidad de Madrid. Numerosos caminos, pistas anchas, carreteras comarcales con poco tráfico y vías pecuarias surcan este territorio variopinto en busca de sus páramos, campiñas y valles, llegando incluso a los rincones más escondidos de la provincia de Guadalajara.