La admiración que Boadella profesa hacia Cervantes y su convicción de que en la época que vivimos la contundencia de Cervantes es moderna y necesaria son el punto de partida que explica que el autor del «Quijote» sea el inspirador de las dos obras incluidas en este volumen. El dramaturgo ha tratado de encontrar un camino que facilite al espectador de una manera natural el paso del siglo XVI y XVII a nuestros días, con el fin de mostrar dónde se encuentran algunos de esos modernos «retablos», manejados por los grandes timadores actuales. Convencido de que ya no quedan vestigios quijotescos en nuestra sociedad, Boadella recurre a la obra cervantina para revivir la genialidad del autor y establecer paralelismos con el presente.