Se conoce como “dipoldismo” a la excitación sexual que proviene de someter a castigos físicos a los niños. El término fue acuñado a principios del siglo XX retomando el apellido de Andreas Dippold, estudiante de derecho que se ganaba la vida como preceptor. Contratado por un banquero de la alta sociedad berlinesa, golpeó a su alumno Heinz Koch hasta la muerte. Michael Hagner reconstruye paso a paso la historia trágica del asesino en cuyo sistema de valores (antisemitismo, religiosidad culposa, cientificismo, pesimismo cultural y vitalismo) se interpreta hoy el germen ideológico del nazismo. Por su truculencia, el caso del crimen y su juicio posterior generaron un escándalo público que llegó a influir sobre el debate científico de la época. La psiquiatría y la pedagogía no fueron las mismas después del “caso Dippold”. A partir de allí empezó a considerarse al sadismo como un síndrome también del ámbito de la educación. 'El preceptor' bien puede leerse como novela policial. Un libro atrapante, de esos que dejan sin aliento.