Buena parte del debate filosófico contemporáneo gira entorno de la permanencia o no de los ideales matriz de la modernidad, de la supuesta degeneración de éstos en su contrario a causa de una implícita dialéctica más o menos diabólica, del acabamiento de toda una época y su sustitución por una nueva. Theodor Wiessengrund Adorno (1903-1969) es uno de estos pensadores que se propusieron, en un momento crítico de nuestra civilización, representar la prehistoria del momento en que vivían. Tras la Revolución Rusa y las guerras mundiales, la reflexión sobre lo que acontecía, lo que podría acaecer y sus porqués se convirtió en una tarea teórica de indudable urgencia. Este trabajo tiene como foco central, en definitiva, la crítica del racionalismo occidental.