Ésta es una novela de humor y misterio, es decir, divertida y misteriosa, en la estela más regocijante del autor de La fuente de la edad. A Mino Mera la vida no le sonríe: es un adolescente a quien su familia acaba de dejar en la ciudad, en un agosto tórrido y desolado, con media docena de asignaturas suspensas y el compromiso de recuperar el tiempo perdido. Pero el teléfono puede sonar cuando menos se espera y, a veces, una llamada desvela un secreto que promueve una de esas aventuras que encaran nuestro propio destino y acaban haciéndonos comprender algo del posible sentido de nuestra existencia. A Mino Mera le aguardan dos días y dos noches entre desaforados vividores y locos maravillosos, que intentan compaginar el río del cuerpo y el mar de alma, sin que parezca importarles demasiado jugarse hasta las pestañas o venderle el alma al diablo. El mundo de Luis Mateo Díez, dueño de un universo tan fascinante como exuberante, siempre poblado de personajes inolvidables, se extiende en esta ocasión a los paraísos de la ilusión y la juventud, a los placeres que perduran en las noches aventureras de la imaginación el sueño.