Hijo de desaparecidos, con 26 años el médico le confirma a Manuel que le queda poco de vida; pero será su tía quien, de manera fortuita, le dé sentido a lo que le resta de vida: los militares que secuestraron a sus padres se llevaron también a su hermano gemelo, del que Manuel no conocía su existencia. Desahuciado, sin apenas lazos con el mundo que lo rodea, Manuel decide ir en busca de su hermano. Un viaje que le llevará al interior de la Argentina, a convivir con los indios, a conocer un país y una parte de él que le era ajena. Sin concesiones a sentimentalismos, María Carman ha construido una novela que indaga en la posibilidad real de la anagnórisis, donde un protagonista sin futuro intenta extender el tiempo profundizando en su pasado.