La Iglesia se postra cada día en momentos irrenunciables, llenos de luz y preñados de presencia, para entrar en diálogo amoroso y fecundo con Quien es amor y fecundidad. El Oficio divino no es otra cosa que el deseo de palabra y diálogo con el Dios transcendente y, a la vez, cercano en las cosas pequeñas de cada día []. La hermana Ernestina, monja benedictina, y Pedro, su hermano nos presentan este sugerente libro sobre el Oficio divino y la lectio divina, que nos estaba haciendo falta. Porque no basta con alabar a Dios, hay que saber por qué oramos. No nos basta con leer e interiorizar la Palabra, hay que saber valorarla y ponernos en contexto de escucha y de amor reverente. Y este libro nos ayuda a todo esto (Fr. Alejandro Fdez. Barrajón, Prólogo).