Quique no siempre saca buenas notas. Su padre, que es locutor de radio y retransmite partidos de fútbol, le explica que sacar un sobresaliente es como meter un gol. Un día, Quique lo consigue y va a contárselo, emocionado. Pero la reacción de su padre le decepciona; sin embargo, esa misma tarde, lo llama para que oiga sus ensayos y allí le canta a Quique un «Gooooool» bien fuerte.