Como todos los grandes movimientos sociales y religiosos, el cristianismo nació en una situación histórica concreta. De hecho, fue en aquel marco cultural complejo y variado donde, partiendo de una nueva vivencia religiosa, se desarrollaron sus ideas fundamentales sobre Dios, el más allá, la vida y la muerte, el pecado, los caminos para alcanzar la salvación, el valor de la Escritura, la relación con el judaísmo y el paganismo, la figura de Jesús y el papel del Espíritu. Toda aproximación a los orígenes del cristianismo asume una perspectiva concreta. En este caso, Räisänen ha optado por tener en cuenta el amplio abanico de ideas y creencias surgidos en los primeros grupos cristianos. Su objetivo es acercarse críticamente a ese heterogéneo «movimiento de seguidores de Jesús», para observar cómo fueron evolucionando dichas ideas y creencias que trataban de dar respuesta a los interrogantes fundamentales de la existencia humana. Algunos epígrafes de la obra dan idea de esta perspectiva abierta y sugerente: «Dios, historia y más allá» (cap. 4); «¿Vendidos al pecado? La condición humana» (cap. 6); «¿Qué debo hacer para ser salvado?» (cap. 7); «¿Verdadero hombre o verdadero Dios? El mediador de la salvación» (cap. 8); «Extranjeros en un mundo transitorio: cristianos y paganos» (cap. 11); «Hacia la ortodoxia cristiana» (cap. 12).