Durante la Guerra Civil el Museo de Arte Moderno de Bilbao cerró sus puertas y trasladó sus obras a Francia por decisión del Gobierno Vasco. Parte de la colección se trasladó a París, donde participó en exposiciones en varias ciudades europeas. Las autoridades judiciales francesas embargaron el resto de obras que llegaron a La Rochelle, donde fueron objeto de un proceso judicial entre quienes reclamaron su propiedad: el nuevo Gobierno Dictatorial, y los gobiernos de la II República y Euzkadi. Entre 1939 y 1941 los fondos regresaron a Bilbao y fueron almacenados en depósitos hasta que en 1945 se inauguró el edificio destinado a exhibirlos. La historia del Museo de Arte Moderno de Bilbao durante la Guerra Civil es la historia y la tragedia de su ciudad.