El contexto geopolítico mundial fue calificado a finales del siglo XX como caótico. Se puede añadir además que comienza el siglo XXI de manera convulsa a tenor de los últimos acontecimientos en Ucrania y en Siria e Irak con el Estado Islámico. A ello hay que añadir el terrorismo yihadista plasmado en los recientes atentados en París, Bruselas, Niza, Múnich, Londres y San Petersburgo, además de anteriores eventos como la llamada primavera del mundo árabe o el Movimiento 15M en España (2011). En ellos coincide un profundo espíritu de transformación de un sistema democrático anquilosado, aunque las causas de su convulsión sean diferentes. Si de 1989 a 1999 hubo alrededor de 60 conflictos armados en el mundo que provocaron centenares de miles de muertos y más de 17 millones de refugiados, durante el periodo de la Guerra Fría (19451989), se dieron alrededor de 70 sólo diez más, es muy acertado calificar el mundo geopolítico actual de efervescente. La crisis reciente de los refugiados de Siria y otros países de Oriente Próximo, el Brexit, la crisis española económica y política... a lo hay que añadir una serie de catástrofes naturales: terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, ciclones... El hombre, mediante la práctica de un neoliberalismo radical, está esquilmando la superficie de la Tierra y casi hace verosímil la profecía maya, que vaticinaba el fin del mundo para finales de 2012. A analizar estos temas está dedicado este libro en el que se examinan los antecedentes del mundo actual, las características del mismo y los focos de inestabilidad geopolítica. Por último, se apuntan unas líneas generales para tratar de buscar soluciones a un planeta, la Tierra, que está haciendo progresivamente crack. En el epílogo se estudiará someramente el impacto de la política de Donald Trump en este escenario geopolítico mundial ya de por sí en ebullición.