Andrés y Juliana se han ido a acostar. El sueño va llegando pero, de pronto, ¡qué molestia!, un mosquito quiere zumbar y picar. Para librarse del intruso, los niños huyen en la noche hacia los maravillosos escenarios de la selva. Pero, ¡qué va!, los mosquitos no se dan por vencidos tan fácilmente.