En 1964, Jorge Bergoglio, en pleno periodo de formación, daba comienzo a su etapa de «maestrillo». Tenía veintisiete años, aunque aparentaba menos. Por eso, los alumnos del Colegio de La Inmaculada de Santa Fe, el más antiguo del país, no tardaron en llamarle carucha, «cara de niño». En este libro, Bergoglio es el protagonista de un relato rico en divertidas, conmovedoras y edificantes anécdotas del futuro Papa, que ya entonces daba muestras de su profunda humildad, su amor al prójimo, su capacidad de escucha y su alegría a la hora de transmitir el mensaje cristiano, que todavía hoy siguen caracterizándolo en su camino de renovación de la Iglesia.