El lobo feroz, las pesadillas, ogros, monstruos están cansados de ser los malos en los cuentos infantiles. Se manifiestan en la puerta de la casa de la escritora para exigir un cambio. La escritora le promete al lobo feroz pensar en algo. Durante la noche se devana el cerebro y llega a la conclusión: ¡un baño de ternura y bondad! El lobo duda al comienzo, pero poco a poco cede ante la relajación y la calidez del tratamiento
hasta el final del día, cuando comienza a tener mucha, MUCHA hambre