Dentro del amplio repertorio de textos religiosos de la historia de la literatura egipcia, El libro egipcio de los muertos es, sin duda, el más popular de todos. En él, a lo largo de 190 sentencias o letanías, se recogen las oraciones y fórmulas que el difunto debía utilizar si quería superar con éxito los numerosos obstáculos que se presentaban en el camino hacia los Campos de Ialu, gobernados por el dios Osiris en el Más Allá. El origen de este escrito milenario se encuentra en los textos de las Pirámides, que datan de los albores de la cultura egipcia. El uso de estos documentos mágicos, en un principio exclusivo de los reyes, se divulgó con el paso del tiempo entre el resto de las otras clases sociales por medio de otra escritura sagrada, los Textos de los sarcófagos, ya en el Imperio Medio. Aunque se conservan varios ejemplares de El libro egipcio de los muertos, especialmente de las dinastías XVIII y XIX, escritos en grandes rollos de papiro y bellamente coloreados, el Papiro Ani que se conserva en el Museo Británico de Londres es el utilizado por el autor para confeccionar esta excelente versión, enriquecida con numerosos y aclaratorios comentarios, lo que hace de esta edición un libro esencial tanto para el principiante en el estudio de la cultura egipcia como para el experto.