El manuscrito de El libro de Yotán estuvo acumulando polvo durante 23 años en un cajón del escritorio del autor. La historia de Yotán fue la respuesta, al estilo de Dios, a sus inquietudes sobre el papel de las personas con discapacidad en los planes divinos y el valor de los seres humanos. Con el tiempo, un día cayó en manos de una editorial, ganó un premio y así se dio a conocer esta peculiar -y asombrosa- obra de ficción.