El objetivo del laboratorio clínico es la obtención de información sobre el estado de salud de una persona. Esta información puede utilizarse para establecer un diagnóstico, evaluar la evolución de un paciente, etc. Para que el resultado final de una prueba analítica sea correcta, no es suficiente con que la determinación analítica se realice a la perfección, sino que intervienen otros factores: momento en que el médico hace la petición, preparación del paciente, correcta obtención de las muestras, equipos de medición del laboratorio, etc. Cuando mayor es el conocimiento que el médico tiene del laboratorio, más útil es éste y mejor se aprovecha lo que el laboratorio puede aportar. De ahí que el laboratorio deba esforzarse en encontrar medios para promover este conocimiento. Este esfuerzo puede instrumentarse fomentando el diálogo y la comunicación entre quien hace los análisis y quien se sirve de ellos. También a través de cursos o participación del laboratorio en sesiones clínicas. De esta manera y mediante este libro a modo de recopilación, veremos la utilidad básica del laboratorio en el seguimiento del paciente ingresado en la unidad de cuidados intensivos.